Homenaje a un héroe. Presente en el Parque González Prada de Magdalena del Mar
En uno de los espacios más emblemáticos de Magdalena del Mar, el Parque González Prada, se erige con solemnidad el busto del Vicealmirante Carlos Ponce Canessa, héroe de la Marina de Guerra del Perú. Este monumento, sencillo pero cargado de significado, honra la memoria de un hombre que entregó su vida en defensa de la patria.
El busto está colocado sobre un pedestal de piedra, acompañado por una placa que resume el valor y el sacrificio del vicealmirante. Su presencia en el parque no es decorativa, sino testimonial: recuerda a los vecinos y visitantes que la historia reciente del Perú también tiene nombres y rostros que merecen ser recordados todos los días, no solo en actos oficiales.
Carlos Ponce Canessa cayó el 5 de mayo de 1986, cumpliendo labores de alto riesgo en plena lucha contra el terrorismo. Su muerte no fue accidental ni anónima: fue la consecuencia directa de asumir con honor una de las tareas más complejas del Estado peruano durante las décadas de violencia. Su legado forma parte del sacrificio de las Fuerzas Armadas en una etapa clave del país.
La escultura fue instalada como parte del reconocimiento oficial a su trayectoria y, con el tiempo, se ha convertido en un punto de referencia en el parque. No es raro ver flores frescas o banderas pequeñas colocadas por visitantes, especialmente en fechas conmemorativas, como el Día de las Fuerzas Armadas o el aniversario de su caída.Este busto forma parte del conjunto escultórico del parque, que incluye piezas como Eco del Agua de Lika Mutal, Locos de Margarita Checa, y el monumento a Manuel González Prada, entre otros. Pero a diferencia de las obras simbólicas o abstractas, este busto tiene nombre, rango y fecha. Es un pedazo de historia que nos mira desde el bronce y nos invita a no olvidar.
La ciudad necesita memoria, y este monumento cumple ese rol con sobriedad y firmeza. No impone, pero permanece. Y eso, en tiempos de olvido fácil, es ya un acto de resistencia.